martes, 14 de febrero de 2012

DEVOLVER SU FINALIDAD AL PAN

 
Por: Manuel Espino

Quienes tenemos el genuino interés de revitalizar a Acción Nacional partimos de un reconocimiento realista y sincero de la actual condición de nuestro partido. No somos ilusos, sabemos que enfrentamos un panorama difícil que se agravará si no somos capaces de reconocer nuestros yerros como institución, lo cual constituye el primer e indispensable paso para superarlos.

Si hay un ánimo detrás de nuestras críticas, es el de reencontrarnos con nuestros principios, nuestra historia y nuestras prácticas democráticas. Nada ganamos negando la delicada situación por la que atraviesa el partido y el alejamiento de nuestra identidad, alejamiento que ha sido, también, del electorado mexicano. Es urgente enfrentar esa realidad para reconciliarnos con la sociedad y con nosotros mismos.

El movimiento Volver a Empezar (VAE) quiere restablecer el sentido profundo y ontológico de la autoridad en Acción Nacional; está decidido a respaldar como nadie lo ha hecho al presidente del PAN para que acate nuevamente la prerrogativa irrenunciable de la persona humana en su dimensión individual y comunitaria. Más que impulsar proyectos de grupo o individuales, hoy nos debe inspirar el fortalecimiento institucional de nuestro partido.

Ese es uno de sus compromisos en aras de la unidad de los panistas congruentes y del fortalecimiento de Acción Nacional hacia el 2012 y aun después, pues nuestro proyecto -acorde a las mejores tradiciones panistas- no se agota en una elección.

Muy a pesar de quienes se han servido del partido para satisfacer sus apetitos de poder, Acción Nacional sigue teniendo una causa final que lo define: el bien común de los mexicanos. La fuerza de VAE ha asumido el reto de hacer que esa causa también lo vuelva a conducir hacia los fines que los fundadores definieron con generosidad y sabiduría desde 1939.

Nuestro cometido es que la anarquía interna, que hunde al partido en el fango de la incongruencia, no nos regrese a la sumisión abyecta; que termine antes de que se convierta en cáncer incurable.

Estamos a tiempo de limpiar las áreas contaminadas y devolver al PAN su sereno vigor y la tranquilidad que emana de la fidelidad al resplandor de su doctrina. Estamos a tiempo de lograr que las luces orientadoras de Acción Nacional se impongan a las sombras que oscurecen su trayectoria. Estamos a tiempo de hacer que el PAN se abandone nuevamente a su congruencia para devolverle, con aptitud y energía, su finalidad original. Allá vamos.


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